Remedios caseros para cicatrizar heridas
|¿Quién no ha sufrido en algún momento de su vida alguna cortada, quemadura, arañazo o raspón? Estas heridas, aunque muchas veces parezcan insignificantes, pueden llegar a ser realmente desagradables. ¿Sabías que existen varios remedios caseros para cicatrizar heridas de manera rápida, eficaz y, sobre todo, económica? Si estás pensando en ese pequeño corte en el dedo que aún te molesta, este es tu artículo. En unComo.com te explicamos cómo utilizar productos tales como el ajo, la miel, el vinagre o el aloe vera para aliviar de forma inmediata todo tipo de heridas en la piel.
1 Llamamos herida a todo aquel desgarramiento o perforación de la superficie de la piel como consecuencia de un golpe o arañazo. Muchas de las heridas se producen al realizar actividades diarias como cocinar, limpiar la casa o ir a trabajar. Para cicatrizarlas, el cuerpo, a través de un proceso natural, aumenta la producción de una sustancia denominada colágeno, cuya principal función es sanar la herida abierta.
2 Los usos medicinales del ajo son de sobra conocidos. Este alimento posee propiedades antibacterianas que lo hacen ideal para prevenir las infecciones de las heridas. Es un excelente regenerador celular, no obstante, debe usarse con cautela ya que si se abusa puede causar el efecto contrario e irritar la piel dañada. Es un remedio que puede aplicarse directamente sobre la herida o bien ingerirse crudo para que su efecto sea mayor.
3 La cebolla está llena de propiedades desinfectantes por lo que cura y calma el dolor de la inflamación facilitando, así, el proceso de cicatrización. Hay que colocar una capa fina de cebolla sobre la herida para que esta suelte el jugo cargado de enzimas que alivian de forma inmediata las molestias.
4 La miel no solo se emplea en la elaboración de exquisitos postres sino que también es un magnífico aliado a la hora de cicatrizar las heridas de la piel, gracias a sus propiedades curativas y antibacterianas. Para aprovechar estos beneficios bastará con que te apliques un poco de miel en la zona a tratar, dejes que actúe durante unos minutos y, después, enjuagues con agua tibia (nunca caliente).